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FOTOGAFIA
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Una cámara analógica y una cámara digital pueden a simple vista parecer dispositivos muy similares tanto en aspecto como en funcionamiento; después de todo ambas tienen la finalidad común de realizar fotografías.
Podría caerse en el error por tanto, y los fabricantes contribuyen a ello haciendo grandes esfuerzos en que el fotógrafo argéntico se sienta lo más cómodo posible con su nueva máquina digital, de concluir que lo único que diferencia una cámara analógica de una cámara digital es el formato de salida.
Así son habituales los casos en que experimentados fotógrafos analógicos fallan al considerar que su nueva cámara digital funciona del mismo modo que lo hacía su antigua cámara analógica, y pretenden explotarla del mismo modo que lo hacían en el pasado y basándose en las mismas premisas.
Y es precisamente en el inicio de la cadena fotográfica: la captura, donde se dan las mayores diferencias entre la forma en que una cámara digital y una cámara de película interpretan la escena bajo observación, y es por esto mismo en la captura donde tiene mayor trascendencia adecuar la forma de actuar al nuevo medio digital si lo que se pretende es obtener un resultado de la mayor calidad posible. Es un error asumir que luego podremos solucionar en postprocesado aquello que no hicimos bien en la toma; solo con una captura óptima podremos llegar al mejor de los posibles resultados.
Cuando no se tienen en cuenta las importantes diferencias entre ambos sistemas, los conocimientos previos sobre fotografía y exposición argéntica pueden dejar de resultar una ventaja llegando a convertirse en un lastre para el dominio de la nueva técnica. Una cámara digital puede usarse si se desea del mismo modo que una cámara analógica, pero que sea posible no implica que sea idóneo. Establecer continuas similitudes entre los parámetros que definen el funcionamiento de una cámara analógica y una digital en muchas ocasiones no solo no es lo más sencillo, sino que además no es ni tan siquiera conceptualmente correcto.
El artículo se dividirá en varias secciones donde se analizarán algunos de los conceptos fundamentales de la fotografía argéntica y se demostrará como, o bien necesitan ser reinterpretados para ser aplicados en las nuevas cámaras digitales, o bien directamente han perdido su sentido en el mundo digital.
Un sistema digital nos lo pone en realidad más fácil que un sistema analógico para obtener mejores resultados: primero simplificando la captura, y segundo flexibilizando enormemente el procesado. En este artículo nos referiremos más al primer aspecto y veremos como la conclusión final será que la exposición y la captura óptimas en digital se simplifican. Basta tener claro el concepto de cómo funciona la cámara y tomar ciertas precauciones fácilmente asimilables.
Podría caerse en el error por tanto, y los fabricantes contribuyen a ello haciendo grandes esfuerzos en que el fotógrafo argéntico se sienta lo más cómodo posible con su nueva máquina digital, de concluir que lo único que diferencia una cámara analógica de una cámara digital es el formato de salida.
Así son habituales los casos en que experimentados fotógrafos analógicos fallan al considerar que su nueva cámara digital funciona del mismo modo que lo hacía su antigua cámara analógica, y pretenden explotarla del mismo modo que lo hacían en el pasado y basándose en las mismas premisas.
Y es precisamente en el inicio de la cadena fotográfica: la captura, donde se dan las mayores diferencias entre la forma en que una cámara digital y una cámara de película interpretan la escena bajo observación, y es por esto mismo en la captura donde tiene mayor trascendencia adecuar la forma de actuar al nuevo medio digital si lo que se pretende es obtener un resultado de la mayor calidad posible. Es un error asumir que luego podremos solucionar en postprocesado aquello que no hicimos bien en la toma; solo con una captura óptima podremos llegar al mejor de los posibles resultados.
Cuando no se tienen en cuenta las importantes diferencias entre ambos sistemas, los conocimientos previos sobre fotografía y exposición argéntica pueden dejar de resultar una ventaja llegando a convertirse en un lastre para el dominio de la nueva técnica. Una cámara digital puede usarse si se desea del mismo modo que una cámara analógica, pero que sea posible no implica que sea idóneo. Establecer continuas similitudes entre los parámetros que definen el funcionamiento de una cámara analógica y una digital en muchas ocasiones no solo no es lo más sencillo, sino que además no es ni tan siquiera conceptualmente correcto.
El artículo se dividirá en varias secciones donde se analizarán algunos de los conceptos fundamentales de la fotografía argéntica y se demostrará como, o bien necesitan ser reinterpretados para ser aplicados en las nuevas cámaras digitales, o bien directamente han perdido su sentido en el mundo digital.
Un sistema digital nos lo pone en realidad más fácil que un sistema analógico para obtener mejores resultados: primero simplificando la captura, y segundo flexibilizando enormemente el procesado. En este artículo nos referiremos más al primer aspecto y veremos como la conclusión final será que la exposición y la captura óptimas en digital se simplifican. Basta tener claro el concepto de cómo funciona la cámara y tomar ciertas precauciones fácilmente asimilables.
RESPUESTA DE UNA PELÍCULA ANALÓGICA vs RESPUESTA DE UN SENSOR DIGITAL
El primer elemento que encuentra la luz cuando incide en una cámara analógica o digital es de una naturaleza totalmente diferente en ambas. Mientras el negativo argéntico es una emulsión química que gana opacidad a mayor cantidad de luz incidente sobre la película, el sensor es un dispositivo electrónico contador de fotones.
Que sus naturalezas sean diferentes no sería problema si su comportamiento fuera similar, pero desgraciadamente no lo es:
Que sus naturalezas sean diferentes no sería problema si su comportamiento fuera similar, pero desgraciadamente no lo es:
- La película responde de forma no lineal a la luz incidente de modo que duplicar la intensidad luminosa no implica el doble de densidad en el negativo, sino un salto de densidad absoluto aproximadamente constante.
- El sensor en cambio es un dispositivo lineal, y la señal que va a producir a su salida será por lo tanto directamente proporcional en un amplio rango al estímulo recibido (número de fotones).
Veamos las curvas características de respuesta de ambos elementos. El eje X de las siguientes gráficas representa la cantidad de luz recibida en escala logarítmica, de modo que cada incremento en 1EV implica el doble de luz recibida.
www.guillermoluijk.com/article/anavsdig/index.htm
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